11 May Tecnoética
“¿Por qué estamos tardando tanto en legislar la tecnología y la innovación?”
La Dra. Lola Morón, experta en psiquiatría legal y forense, concluyó su presentación titulada “El territorio del mal” en el Circo Price lanzando a la pista esta pregunta, que dio lugar a un debate apasionante entre los asistentes.
En la espectacular pista de arena se dieron cita un par de “Mentes Brillantes” y privilegiadas, con perfiles muy diferentes, pero con un elemento común muy marcado: la defensa de los avances en tecnología e innovación bajo la premisa de que exista una supervisión, seguimiento y control permanentes.
La buena noticia que nos dieron es que en la mayoría de las ocasiones existe una escala de valores adecuada que impide a las personas cometer atrocidades en el campo de la tecnología. Aun así, es urgentísimo que se promulguen leyes que prevengan, impidan y sancionen la comisión de los posibles delitos y otros ilícitos asociados a esta actividad. (Sí, esto me sonó inmediatamente a compliance)
Recientemente, la compañía iRobot ha lanzado al mercado su aspiradora Roomba 980, que cuenta con una novedad singular. Al parecer, utiliza una tecnología avanzada mediante la cual una cámara integrada en la parte superior escanea y registra un plano de la casa para poder moverse y al mismo tiempo limpiar de una forma más eficiente. La aspiradora, además, puede conectarse a Internet.
Aunque la compañía indica que es posible usar esta tecnología inteligente sin transmisiones de datos a la Red, simplemente desconectando tu WiFi o Bluetooth del dispositivo: ¿qué sucede si activamos estas funciones de transmisión de datos? ¿Podría la empresa compartir nuestra información personal con terceras partes? Y lo que es más grave aún, ¿podría incluso vender los datos a otras empresas? ¿Quién controla el uso que se hace de nuestros datos?
Otra cuestión para la tecnoética: el pasado mes de marzo un hombre a bordo de un automóvil Tesla Model X perdió la vida después de un brutal impacto frontal contra una barrera en una carretera de California. Esto ha abierto una nueva investigación por parte de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que examinará qué provocó el accidente: ¿Estamos ante un simple error humano o podría tratarse de un delito imputable a la compañía?
La otra mente brillante, Timo Elliott (evangelista de la innovación y defensor del business intelligence y de la inteligencia artificial), mostraba su completo acuerdo con la Dra. Morón y nos regaló la siguiente afirmación: “If you want to succed in technology, work on your human skills first”.
Flavia Garrigues
Abogada